El avance de las tecnologías en que se
apoyan los servicios en movilidad, permiten a las Administraciones
Públicas desarrollar una nueva gama de servicios digitales.
Servicios más enfocados a los contextos y entornos de uso y
orientados a acciones específicas de uso frecuente, en los
que la localización es un elemento importante.
Los datos estadísticos publicados por Eurostat en 2010 revelaron que España es uno de los tres países de la Unión Europea que mayor uso hace de la tercera generación de telefonía móvil para acceder a Internet. La Administración Electrónica no puede permanecer ajena a esta tendencia social, ofreciendo una respuesta de las Administraciones Públicas a esta demanda de servicios en movilidad.
En su estudio “M-Government: Mobile Technologies for Responsive Governments and Connected Societies” , la OECD caracteriza estos servicios como una gama nueva de servicios, no necesariamente resultado de realizar una portabilidad de los existentes al nuevo entorno, ofreciendo una mayor capacidad de respuesta y más eficiencia a las Administraciones Públicas. La introducción de las tecnologías móviles en las Administraciones Públicas, en definitiva, expanden sus capacidades, siendo accesible por un mayor número de ciudadanos y habilitando servicios más participativos
Pero al mismo tiempo son un nuevo vector para su transformación. La movilidad abre la puerta a nuevos servicios en el interior de las Administraciones Públicas. Tanto para altos cargos como para funcionarios, las tecnologías móviles de datos aportan nuevas herramientas de productividad para su trabajo.
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